27 de junio de 2016
Al salir del albergue de Santiago, paro a desayunar y voy hacia la estación de autobuses.
A las 10 parto hacia Finisterre, me quedan dos horas de recorrido.
Me siento en la primera fila al lado de una señora italiana.
En apenas 15 minutos entablamos conversación (ella en italiano y yo en español), así pasamos todo el trayecto. Ella también ha hecho el camino y está feliz, radiante y triste por tener que volver a su tierra...
Llegamos a Finisterre y nos despedimos con un fuerte abrazo y deseándonos 'BUEN CAMINO'.
Al llegar al albergue: Cabo de Vila (normalito), dejo mis cosas y me dirijo hacia la marisquería 'Don Percebe', recomendada por varios lugareños. Entro y mientras espero a que me preparen una mesa para comer, pido un quinto y de regalo me ponen una deliciosa tapa de pulpo.
Me dirijo al comedor, apenas 5 personas comiendo, todavía es pronto.
Me dejo aconsejar por la camarera y pido media mariscada; almejas, navajas, percebes, 1 nécora, 1 buey de mar y una copita de ribeiro.
Al rato llegan 4 personas y se sientan justo en una mesa junto a la mía. Por lo que veo, al ver la carta noto que necesitan 'ayuda'. Se dirigen a mí y me preguntan:
¿Qué es eso que se está comiendo?, es para buscarlo en la carta.
-Es una mariscada.
y ¿qué tal está?.
-¡¡Muy rica!!
Finalmente pidieron pulpo (sabia elección), y mariscada para dos ¡perfecto!.
Cuando les traen los percebes, Luis se dirige nuevamente a mi y me pregunta: ¿cómo se come esto?.
Así que les imparto un 'mini' curso acelerado de cómo comer percebes (jijiji).
Al traerles las nécoras, nuevamente me miran con signo de 'interrogación gigante' jiji.
-Deben pedir el utensilio 'corta marisco'.
Te estamos dando 'el tostón', si no fuera por ti, no hubiéramos comido.
Al cabo de 2 horas SIN PARAR DE COMER, pido la cuenta y Luís se ofrece a invitarme a un café y chupito. Finalmente acepto un café con hielo (por no hacerles el feo), hacemos las presentaciones 'formales' y nos ponemos al día de nuestra andadura.
Ellos vienen de Rafaela, provincia de Santa Fe, Argentina. Lilian y Horacio son matrimonio y Luis y Adolfo, enviudaron hace años. Han venido a España de vacaciones y les está encantando todo lo que han visto hasta el momento.
Son unas personas encantadoras. Me despido con un fuerte abrazo y me dirijo hasta el Faro, -esto hay que bajarlo-.
La subida al Faro es de 3,5 km, todo cuesta arriba y a las 4 de la tarde con un intenso calor, ni te imaginas lo largo que se me hizo.
Una vez arriba al contemplar el paisaje, se te quitan todos los sofocos. Una preciosa estampa.
Paso un rato haciendo fotografías y me dirijo al lugar donde los peregrinos queman tradicionalmente la ropa usada durante el viaje, sobre todo las botas de andar, allí vuelvo a coincidir con mis recientes amigos argentinos y nos despedimos nuevamente.
Cuando me dispongo a bajar, veo al chico Húngaro que iba etapas atrás acompañado de un burro. ¡Qué fuerte!, ha llegado hasta el fin del mundo con un burro.
El camino de vuelta se hace más ameno, al llegar al pueblo paseo por el puerto y también me mojo los pies en la playa; llena de algas, diminutos bichitos y el agua muy sucia, pero por no decir que estuve en Finisterre y no puse los pies en el agua, cierro los ojos y meto los pies en el agua.
El pueblo en sí me ha decepcionado un poco -que no sus gentes-.
Paso por el albergue para pegarme una ducha y lavar mis ropas. Descanso una hora y mensajeo con mi maridito, que siempre me da la calma, la paz y ahora ya empiezo a echar de menos...
Me dirijo hacia 'El Mar de Fora!, el lugar aconsejado para ver la mejor puesta de sol. En el camino encuentro a una chica sentada en el suelo mirando hacia el mar y observando el atardecer.
Empezamos a hablar, ella se levanta, se presenta y me invita a entrar a la casa de su amigo (que está al lado), a tomar un té mientras llega la 'caída del sol', que será más o menos sobre las 22:00 horas, todavía falta un rato...
Dentro esperan: Ibai, Iván (un chico italiano que también ha hecho el camino desde Roncesvalles durante 50 días) y Fátima. Verónica hace las presentaciones oportunas. La casa huele a incienso y desprende calma.
Pasamos un rato hablando en la cocina (ya que están preparando la cena), al rato nos dirigimos hacia la playa a contemplar la puesta de sol. Un 'momentazo', una preciosidad.
Nos hacemos unas cuantas fotografías, y tras charlar un rato de cosas 'profundas', nos dirigimos de vuelta a la casa. Al llegar me invitan nuevamente a pasar y cuando miro el reloj ¡¡NOOOO SOCORROO!!, ¡¡Se me ha ido el santo al cielo!!, ¡¡pero si son las 23:00!! ¡¡y el albergue cierra a las 22:00!!.
Al entrar, el albergue está a oscuras y en silencio (suerte de la linterna), todo el mundo duerme.
Me acuesto en mi cama, todavía emocionada por el día tan intensísimo que he tenido. ¡¡HAY GENTE QUE MERECE LA PENA!!, estoy feliz por haber conocido a mis nuevos amigos, sé que el día que vuelva a Finisterre allí estarán, abriéndome las puertas de su casa, sin cuestionarme nada, ni pedir nada a cambio.
Ahora me espera A Coruña, allí pasaré los siguientes 3 días, mi amiga Sandra y su familia me esperan...
Aquí finaliza mi intenso viaje, sin duda inolvidable, irrepetible y maravilloso.
Vuelvo a decir lo mismo; al menos una vez en el vida, deberíamos hacer el camino (yo si pudiera lo haría cada año).
Me llevo en mi corazón multitud de vivencias, experiencias, emociones y mucho cariño. He conocido a personas encantadoras, sencillas y buscando lo mismo que yo. Seguro que lo encontraron, por lo menos yo me llevé mucha calma, nuevos amigos, paz, seguridad, fortaleza y madurez. ¿os lo vais a perder?.
Muchas gracias por seguir mi 'andadura' durante este año. También dar las gracias a mis amigas que a diario me enviaban mensajes por WhatsApp, también a mi familia, y dar las gracias a mi querido marido, que confió desde el principio en mi y tenía muy claro que lograría mi cometido, gracias por sus mensajes, llamadas, calma y paz que me transmitió durante los 15 días que permanecí fuera de casa.
Y siempre desearos a todos: 'BUEN CAMINO'.
Al salir del albergue de Santiago, paro a desayunar y voy hacia la estación de autobuses.
A las 10 parto hacia Finisterre, me quedan dos horas de recorrido.
Me siento en la primera fila al lado de una señora italiana.
En apenas 15 minutos entablamos conversación (ella en italiano y yo en español), así pasamos todo el trayecto. Ella también ha hecho el camino y está feliz, radiante y triste por tener que volver a su tierra...
Lo pasamos riendo, y hablando de nuestra aventura, coincidimos en todo: el camino hay que hacerlo SOLA, los paisajes y sus gentes son ENCANTADORES, se come de MARAVILLA, y por lo menos una vez al año deberíamos hacer una 'escapada' en solitario. Las dos estamos muy felices.
El paisaje hasta llegar a Finisterre es precioso, bordea toda la costa, el mar es azul intenso, y hay numerosos bancos de mejillones. No está para nada explotado y te encuentras en todo momento entre mar y montaña.Llegamos a Finisterre y nos despedimos con un fuerte abrazo y deseándonos 'BUEN CAMINO'.
Al llegar al albergue: Cabo de Vila (normalito), dejo mis cosas y me dirijo hacia la marisquería 'Don Percebe', recomendada por varios lugareños. Entro y mientras espero a que me preparen una mesa para comer, pido un quinto y de regalo me ponen una deliciosa tapa de pulpo.
Me dirijo al comedor, apenas 5 personas comiendo, todavía es pronto.
Me dejo aconsejar por la camarera y pido media mariscada; almejas, navajas, percebes, 1 nécora, 1 buey de mar y una copita de ribeiro.
Al rato llegan 4 personas y se sientan justo en una mesa junto a la mía. Por lo que veo, al ver la carta noto que necesitan 'ayuda'. Se dirigen a mí y me preguntan:
¿Qué es eso que se está comiendo?, es para buscarlo en la carta.
-Es una mariscada.
y ¿qué tal está?.
-¡¡Muy rica!!
Finalmente pidieron pulpo (sabia elección), y mariscada para dos ¡perfecto!.
Cuando les traen los percebes, Luis se dirige nuevamente a mi y me pregunta: ¿cómo se come esto?.
Así que les imparto un 'mini' curso acelerado de cómo comer percebes (jijiji).
Al traerles las nécoras, nuevamente me miran con signo de 'interrogación gigante' jiji.
-Deben pedir el utensilio 'corta marisco'.
Te estamos dando 'el tostón', si no fuera por ti, no hubiéramos comido.
Al cabo de 2 horas SIN PARAR DE COMER, pido la cuenta y Luís se ofrece a invitarme a un café y chupito. Finalmente acepto un café con hielo (por no hacerles el feo), hacemos las presentaciones 'formales' y nos ponemos al día de nuestra andadura.
Lilian, Horacio, Luis y Adolfo |
Son unas personas encantadoras. Me despido con un fuerte abrazo y me dirijo hasta el Faro, -esto hay que bajarlo-.
La subida al Faro es de 3,5 km, todo cuesta arriba y a las 4 de la tarde con un intenso calor, ni te imaginas lo largo que se me hizo.
Una vez arriba al contemplar el paisaje, se te quitan todos los sofocos. Una preciosa estampa.
Paso un rato haciendo fotografías y me dirijo al lugar donde los peregrinos queman tradicionalmente la ropa usada durante el viaje, sobre todo las botas de andar, allí vuelvo a coincidir con mis recientes amigos argentinos y nos despedimos nuevamente.
Cuando me dispongo a bajar, veo al chico Húngaro que iba etapas atrás acompañado de un burro. ¡Qué fuerte!, ha llegado hasta el fin del mundo con un burro.
El camino de vuelta se hace más ameno, al llegar al pueblo paseo por el puerto y también me mojo los pies en la playa; llena de algas, diminutos bichitos y el agua muy sucia, pero por no decir que estuve en Finisterre y no puse los pies en el agua, cierro los ojos y meto los pies en el agua.
El pueblo en sí me ha decepcionado un poco -que no sus gentes-.
Paso por el albergue para pegarme una ducha y lavar mis ropas. Descanso una hora y mensajeo con mi maridito, que siempre me da la calma, la paz y ahora ya empiezo a echar de menos...
Me dirijo hacia 'El Mar de Fora!, el lugar aconsejado para ver la mejor puesta de sol. En el camino encuentro a una chica sentada en el suelo mirando hacia el mar y observando el atardecer.
Empezamos a hablar, ella se levanta, se presenta y me invita a entrar a la casa de su amigo (que está al lado), a tomar un té mientras llega la 'caída del sol', que será más o menos sobre las 22:00 horas, todavía falta un rato...
Dentro esperan: Ibai, Iván (un chico italiano que también ha hecho el camino desde Roncesvalles durante 50 días) y Fátima. Verónica hace las presentaciones oportunas. La casa huele a incienso y desprende calma.
Pasamos un rato hablando en la cocina (ya que están preparando la cena), al rato nos dirigimos hacia la playa a contemplar la puesta de sol. Un 'momentazo', una preciosidad.
Ibai, Fátima, Verónica e Iván |
Me despido con un súper abrazo por parte de todos -como hacía tiempo no recibía-, fue un momentazo, aunque de Verónica no puedo hacerlo porque se ha quedado atrás charlando con un amigo. Les pido que se despidan por mi, porque si no hubiera sido por ella, no los hubiera conocido. Fátima se ofrece a acercarme con su coche. Me deja en la puerta y por suerte al picar con la mano en la puerta, unos peregrinos que están cerca nos abren.
Me despido de Fátima con un fuerte abrazo, y la deseo 'BUEN CAMINO EN LA VIDA', se lo merece.Me acuesto en mi cama, todavía emocionada por el día tan intensísimo que he tenido. ¡¡HAY GENTE QUE MERECE LA PENA!!, estoy feliz por haber conocido a mis nuevos amigos, sé que el día que vuelva a Finisterre allí estarán, abriéndome las puertas de su casa, sin cuestionarme nada, ni pedir nada a cambio.
Ahora me espera A Coruña, allí pasaré los siguientes 3 días, mi amiga Sandra y su familia me esperan...
Aquí finaliza mi intenso viaje, sin duda inolvidable, irrepetible y maravilloso.
Vuelvo a decir lo mismo; al menos una vez en el vida, deberíamos hacer el camino (yo si pudiera lo haría cada año).
Me llevo en mi corazón multitud de vivencias, experiencias, emociones y mucho cariño. He conocido a personas encantadoras, sencillas y buscando lo mismo que yo. Seguro que lo encontraron, por lo menos yo me llevé mucha calma, nuevos amigos, paz, seguridad, fortaleza y madurez. ¿os lo vais a perder?.
Muchas gracias por seguir mi 'andadura' durante este año. También dar las gracias a mis amigas que a diario me enviaban mensajes por WhatsApp, también a mi familia, y dar las gracias a mi querido marido, que confió desde el principio en mi y tenía muy claro que lograría mi cometido, gracias por sus mensajes, llamadas, calma y paz que me transmitió durante los 15 días que permanecí fuera de casa.
Y siempre desearos a todos: 'BUEN CAMINO'.
Aquí tienes todas las etapas de 'Mi camino!:QUIZÁS TE INTERESE VER:
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Me ha encantado, me trae muy buenos recuerdos. Bonito viaje, un beset guapa
ResponderEliminarSil sabes que a mí me ha encantado leer cada una de tus etapas. Ha sido como acompañarte en este camino tan especial. Desde hace años tengo el gusanillo de hacerlo, quiero saber qué se siente, y aunque ahora no es el mejor momento porque Lara está muy pequeña sé que antes o después llegará. No sé si sola o acompañada, pero un día lo haré.
ResponderEliminar¡Besos mil!
Ahora no es el mejor momento para hacerlo, pero el día que puedas te encantará la experiencia vivida.
EliminarEso sí nunca lo hagas en julio o agosto, está muy saturado de gente y no te llevarías un buen recuerdo.
Qué bien !!! se te ve tan contenta !!! un día u otro se que lo haré, me llena de ilusión cuando alguien lo emprende y cuenta sus aventuras por el camino. Camino que de tanto en tanto tenemos que hacer solos, sea donde sea, en eso te doy la razón, a mi me funciona ;) Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias Silvia. Seguro que algún día lo harás y lo disfrutarás tanto como yo.
ResponderEliminarBesitos
Preciosa experiencia y precioso recorrido. La mariscada no se queda atrás...
ResponderEliminarLa verdad que la mariscada fue la guinda del camino. jiji.
EliminarMuchas gracias
Un precioso post!!besos
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
Eliminar¡¡Ohhhhhhhhhhh, y ya se acabó!! Voy a echar de mucho de menos tus experiencia en el camino. Te aseguro que leerte es entrarte el gusanillo total por hacerlo, y dan ganas de ponerte las botas y empezar a caminar. Lo que más me alegra, además de que lo consiguieras a pesar de tus problemas de cadera, es que hayas vuelto, como bien dices, llena de paz, fortaleza, seguridad y madurez. A mi me falta un poco de todo esto, ja, ja, y no me vendría nada mal encontrarlo en algún lugar, sea en el camino o en algún otro lugar, pero de momento, reconozco que me da pereza hacerlo, aunque te aseguro que la pereza se me pasa al leerte. Pero en fin, la vida es muy larga, y nunca se sabe. Tenemos que pensar que tú volverás y que yo alguna vez me ponga a ello. Muchísimas gracias por compartir todo esto con nosotros, ha sido maravilloso. Besitos.
ResponderEliminarsí Isabel, se acabó :-(, mira que lo he intentado 'estirar' pero ya no da más (jiji).
Eliminarbueno seguro que algún día te entra el 'gusanillo' y lo haces, eso sí NUNCA en julio y agosto NUNCA, es horrible, según los dueños de albergues llega el peor turismo: el español, muy masificado y poco cívico. Una pena pero es así.
Es cierto, del camino te traes más sabiduría y muchas cosas más, ya me contarás cuando lo hagas, porque espero ser tu amiga muuuuuchos años, así que estoy convencida que un día lo harás.
Darte las gracias por tus 'Whatsapps madrugadores', me hacían compañía y me sentía más arropada.
Un besote,
Sil
Hola Sil! Hasta ahora no he podido pasarme a leerte, pero ya ves que lo primero ha sido venirme a éste post tan esperado (y a la vez me da un poco de pena que ya se haya acabado tu andadura...) Me alegro muchísimo de todas las experiencias tan buenas que te ha aportado, ha sido un camino fantástico ¡te felicito por conseguirlo! y muchas gracias por todos los consejos, los apunto por si algún día me llega el turno de calzarme las botas ;-)
ResponderEliminarUn beso, preciosa.
Fíjate que tarde vengo a leer tu última etapa, pero no me la podía perder ha sido tan bonito seguir tras estas líneas tu andadura en este viaje, que no podía faltar esta última etapa. He estado un tiempo bastante desconectada de la web lo habrás notado, ahora ya retomo otra vez, sabes tengo amigas que quieren hacer el camino y les hablo de ti de toda tu valentia y les animo a ello de echo ya le pase tu blog para que vean tu historia.
ResponderEliminarUn beso grande bonita
Fíjate que tarde vengo a leer tu última etapa, pero no me la podía perder ha sido tan bonito seguir tras estas líneas tu andadura en este viaje, que no podía faltar esta última etapa. He estado un tiempo bastante desconectada de la web lo habrás notado, ahora ya retomo otra vez, sabes tengo amigas que quieren hacer el camino y les hablo de ti de toda tu valentia y les animo a ello de echo ya le pase tu blog para que vean tu historia.
ResponderEliminarUn beso grande bonita