Calculo que tendría unos 8 años cuando mi querida yaya Jacinta me dijo que quería comprarme un niño Jesús. Recuerdo que fuimos al centro de Barcelona, y no recuerdo la tienda pero eligió el niño Jesús más bonito de la tienda para mí. Y de eso ya han pasado 40 años, y sigue junto a la cabecera de mi cama. También ha llevado duros golpes...en una ocasión se me cayó desde una altura de más de un metro y su frágil cuerpo se rompió por varias partes. Podrás imaginar el ¡DISGUSTAZO! Como siempre 'mi estrella' me guió y fui a parar a una tienda en el barrio gótico de Barcelona donde restauraban imágenes. La estampería San José Y como una imagen vale más que mil palabras..., a ver si encuentras dañadas sus piernecitas, manos, pies... Al verlo restaurado me quedé sin palabras. Soy muy perfeccionista y aún hoy no soy capaz de encontrar sus partes lesionadas. No costó barato pero lo restauraron y me hicieron muy feliz ya que volvió a hacerme compañía. Volvió a hacer camino conmigo. ¡GRAC...