Recuerdo que hace años de vez en cuando compraba albóndigas a la jardinera en conserva, de una famosa marca. ¡Estaban muy buenas! De eso han pasado unos veinte años y hasta la fecha nunca más probé estas albóndigas.
Recuerdo que de pequeña no me gustaba nada la casquería. ¡Qué asco!, decía cuando veía comer a mis abuelos; sesos, cabeza de cordero, sangre... ¡Cómo podéis comer eso...!
Hoy hace 29 años que empecé a salir con mi marido. Con tan solo 17 años me enamoré nada más verlo. Recuerdo que al salir de la discoteca le dije a mis amigas: -¡Con este chico me voy a casar!, -¡Qué dices!, jajaja, tú estás loca...